20 MINUTOS PARA MOVER EL TABLERO ELECTORAL

May 14, 2025

Arce argumentó que su salida evitaría la división del voto y frenaría los intentos de la oposición por acceder al poder, lo que, según él, pondría en riesgo el modelo económico y social impulsado por el MAS.

La tarde transcurría con normalidad en las redacciones de los principales medios de comunicación. Las páginas digitales ya habían sido actualizadas, los noticieros avanzaban sin novedad y los programas de análisis político preparaban sus evaluaciones sobre el cierre de inscripciones de candidaturas, a la espera de lo que resolvería el Tribunal Constitucional Plurinacional.

Sin embargo, todo cambió a las 20:11, cuando un mensaje en un grupo de WhatsApp de periodistas anunció una conferencia de prensa sorpresa del presidente Luis Arce, programada para las 20:30 en el piso 13 de la Casa Grande del Pueblo.

La noticia despertó especulaciones: ¿Qué diría el mandatario? No era miércoles de gabinete, por lo que muchos imaginaban un decreto o una medida extraordinaria.

Poco antes de las 21:00, Arce apareció en el atril, solo, sin la compañía habitual de sus ministros o dirigentes del Pacto de Unidad. Con serenidad y unos papeles en la mano, comenzó un discurso que marcaría un antes y un después en la política boliviana.

En un mensaje de 20 minutos, el presidente anunció su decisión de retirarse de la contienda electoral para las elecciones del 17 de agosto, una medida que sacudió al oficialismo y reconfiguró el escenario político.

Un paso al costado por la unidad

En su intervención, Arce expuso tres razones clave:

Evitar el retorno de la derecha al gobierno

Convocar a la unidad del Movimiento Al Socialismo

Renunciar a la posibilidad de una reelección.

Su determinación llegó horas antes de que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) abriera el periodo de inscripciones y en medio de intensas negociaciones dentro del Movimiento Al Socialismo (MAS), que busca mantenerse en el poder pese a sus divisiones internas.

«Ratifico que la unidad es el único camino para garantizar la subsistencia de nuestro Estado Plurinacional, Hoy, con absoluta firmeza, comunico al pueblo boliviano mi decisión de declinar mi candidatura a las elecciones presidenciales», declaró el mandatario.

Arce argumentó que su salida evitaría la división del voto y frenaría los intentos de la oposición por acceder al poder, lo que, según él, pondría en riesgo el modelo económico y social impulsado por el MAS.

Su anuncio se produjo en un contexto de creciente tensión, marcado por las dudas del expresidente Evo Morales sobre su candidatura y los viajes de Andrónico Rodríguez, líder senatorial, para buscar apoyos internacionales.

Un llamado a Morales y una advertencia a Rodríguez

El presidente no solo habló de su renuncia, sino que también lanzó un desafío directo a Morales, instándolo a abandonar sus aspiraciones electorales debido a su inhabilitación constitucional, que en horas de la madrugada el TCp ratificara con una enmienda más, de que esa determinación no puede ser apelada.

«La dispersión del voto solo beneficia a la derecha», advirtió, subrayando que la división dentro del oficialismo podría allanar el camino a sus adversarios políticos.

También se refirió a Andrónico Rodríguez, a quien recordó sus propias palabras sobre la necesidad de «profundizar la revolución» y trabajar por la unidad. «La rearticulación del bloque nacional popular exige unidad en la acción, unidad programática y unidad en el voto», enfatizó Arce, dejando en claro que su prioridad ahora sería la gestión de gobierno, no la campaña.

UN DISCURSO IDEOLÓGICO Y UN FINAL EMOTIVO

Antes de concluir, el mandatario evocó la figura de Marcelo Quiroga Santa Cruz y habló de la necesidad de una «nueva revolución».

Con un tono marcadamente ideológico, advirtió sobre el avance de la derecha y la «extrema polarización» que vive el país.

Al terminar su alocución, Arce bajó a la plaza Murillo, donde fue recibido con vítores por simpatizantes y organizaciones sociales.

La escena contrastó con la tensión que reina en el oficialismo, ahora obligado a buscar un candidato único que enfrente a la oposición en las urnas.

La renuncia de Arce abre un escenario de incertidumbre. Por un lado, el MAS debe definir si apuesta por una figura de consenso o si la pugna entre sus facciones se agudiza. Por otro, la oposición evalúa cómo salir de este giro inesperado a la planificación que tenían. Lo único claro es que la carrera electoral acaba de volverse más impredecible.