Es un Eco Albergue de reciente apertura y ubicado en la comunidad beniana de Santa Rosa, a 400 kilómetros de la capital Trinidad y que se recorren por carretera asfaltada
Beni es el departamento del país que concentra, casi en toda su extensión, la rica y diversa amazonia boliviana. Lo es en su territorio amplio surcado por ríos imponentes como el Mamoré, Beni y Madre de Dios, cuyas aguas conforman el río Madeira, principal afluente del Amazonas. Es una de las grandes regiones ecológicas de Bolivia que cubre selva húmeda, aunque vastas áreas son sabanas, como los llanos de Moxos, utilizadas principalmente por la ganadería que motoriza la economía beniana.
Ante una fuerte caída de ingresos por recortes presupuestarios desde el centralismo, es un imperativo la búsqueda de nuevas fuentes de recursos económicos como las que representa la explotación a fondo del turismo. Y Beni cuenta con más que suficientes atractivos naturales que pueden y deben potenciar el turismo regional, muy beneficiado con una extensa red vial ejecutada en los últimos tres años y que a lo largo de 700 kilómetros, vincula gran parte de una geografía que se tornaba intransitable especialmente en temporadas de lluvia.
Mucho mejor conectado por tierra, con combinaciones aéreas frecuentes desde y hacia la capital Trinidad, y ofreciendo al visitante una confortable infraestructura hotelera, Beni ahora muestra una imagen renovada y distinta en comparación a la que exhibía en tiempos no muy distantes.
Queda todavía bastante por hacer. Hay obras de importancia pendientes de ejecución, como mejorar la calidad del agua potable y la implementación del alcantarillado sanitario que deben incorporarse prioritariamente en la gestión de instancias y autoridades competentes del departamento.
En mancomunidad de esfuerzos, dejando a un lado diferencias políticas y con un solo propósito: el desarrollo integral de Beni. Como lo proclamó el gobernador José Alejandro Unzueta durante la reciente inauguración de Aguaysal, un precioso albergue ecológico construido en el municipio de Santa Rosa con una inversión superior a los Bs 3,2 millones.
Por carretera
Desde Trinidad, el paradisiaco lugar dista 400 kilómetros que se recorren casi en su totalidad por carreteras asfaltadas y muy bien señalizadas. Además de beneficiar directamente a unos 200 comunarios de 50 familias de santarroseños, Aguaysal ofrece condiciones atractivas a visitantes nacionales y extranjeros, ávidos de aventuras en contacto directo con la naturaleza.
Como conocer y disfrutar la biodiversidad de las pampas del Yacuma, aún poco exploradas pero con un potencial capaz de generar una elevada afluencia turística porque, además, permiten la observación de especies endémicas en su hábitat natural como el mono lucachi y la paraba barba azul, así como vestigios de la civilización y/o cultura hidráulica de Beni.
Entre otras actividades se ofrecen cabalgatas y caminatas de exploración por los alrededores del lugar. El eco albergue tiene una capacidad instalada para 24 personas y está compuesto de ocho confortables cabañas con baño privado y completamente equipadas para un descanso cómodo y reparador, además de otras dependencias como centro de reuniones, áreas de recreación, churrasqueras, etc.
No cabe duda alguna. Por donde se lo vea, Aguaysal es poseedor privilegiado de numerosos y diversos atractivos naturales para convertirse en un nuevo y apetecido destino turístico en Bolivia.
PARA SABER
El objetivo general del Eco Albergue Turístico Aguaysal es desarrollar el turismo como una actividad económica sustentable para los habitantes de la comunidad de Santa Rosa y sus alrededores.
En Aguaysal es posible la observación de algunas especies endémicas como el mono lucachi y la paraba barba azul, además de huellas de la civilización y/o cultura hidráulica de Beni.
Vía El Deber