La Confederación Amazónica Indígena de Bolivia ha iniciado gestiones para que las autoridades brinden atención inmediata a las comunidades originarias afectadas por los incendios forestales que azotan la región amazónica. Marcelo Guaji Noe, presidente de la confederación, denunció que la respuesta de los gobiernos locales y nacionales ha sido lenta, y que las pérdidas en la producción agrícola, viviendas y la salud de los habitantes ya afectan al 50% de las comunidades.
«Por las quemas se perdió producción, viviendas han sido destruidas, y contamos con cientos de enfermos», afirmó Guaji Noe, quien resaltó la gravedad de la situación que enfrentan las poblaciones indígenas. Ante esta crisis, la Confederación ha convocado a un ampliado departamental de los pueblos indígenas para la próxima semana, con el objetivo de unificar demandas y exigir auxilio urgente a las autoridades.
Entre las principales necesidades mencionadas por Guaji Noe están la reposición de la producción agrícola destruida, la reconstrucción de las viviendas arrasadas por el fuego y la movilización de brigadas de salud para atender a los afectados. «Muchos de los comunarios han perdido todo, y la salud de gran parte de la población está en riesgo por la inhalación de humo y las condiciones insalubres en las que ahora viven», señaló el dirigente.
Incendios en Bolivia
Los incendios forestales en Bolivia, particularmente en el departamento de Santa Cruz y áreas de la Amazonía, han alcanzado niveles críticos en 2024, destruyendo miles de hectáreas de bosque y afectando gravemente a las comunidades indígenas que dependen del ecosistema para su subsistencia. Según datos oficiales, estos incendios han sido exacerbados por la sequía prolongada y las prácticas de chaqueo (quema de terrenos para la agricultura), que, combinadas, han generado una emergencia ambiental.
El gobierno boliviano ha desplegado brigadas de bomberos, voluntarios y equipos internacionales para combatir las llamas, pero la magnitud de los incendios ha hecho que las respuestas sean insuficientes en muchas áreas. A esto se suma la vulnerabilidad de las comunidades indígenas, que no solo han perdido sus medios de subsistencia, sino que enfrentan serios riesgos de salud debido al humo y la falta de acceso a servicios médicos.
La Confederación Amazónica Indígena ha expresado su preocupación por la falta de atención efectiva y espera que el ampliado de la próxima semana logre presionar a las autoridades para tomar medidas concretas en favor de los pueblos afectados. Mientras tanto, las comunidades continúan sufriendo las consecuencias devastadoras de los incendios, que no solo destruyen sus tierras, sino que ponen en peligro su cultura y forma de vida.