CONTRABANDISTAS ATACAN A LA POLICÍA Y LA ANH PARA EVITAR DECOMISO DE COMBUSTIBLE EN LA FRONTERA CON BRASIL

Feb 27, 2025

En un nuevo episodio del contrabando de hidrocarburos, ayer en horas de la tarde, personal de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y efectivos de la Armada Boliviana de la capitanía del puerto de Guayaramerín  fueron atacados por personas dedicadas a la comercialización clandestina de combustibles. El hecho ocurrió en el río Mamoré, a la altura de la población de Guayaramerín, cuando los contrabandistas intentaron evitar el decomiso de bidones con gasolina y diésel que transportaban hacia territorio brasileño.

Según informó la directora regional de la ANH en Beni, los contrabandistas, al verse sorprendidos por las autoridades, emprendieron la huida cruzando a aguas brasileñas, donde la armada boliviana no tiene jurisdicción.

Desde el lado brasileño, los infractores comenzaron a lanzar petardos, piedras, pedazos de ladrillos hacia la embarcación de la armada y amenazaron con armas punzo cortantes que tenían en los botes, conociendo que ya se encontraban en territorio brasilero y que los efectivos nacionales no podían ingresar.

Un problema recurrente en la frontera

La fuga de combustible hacia Brasil y otros países vecinos es un problema cotidiano en la región norte de Bolivia. La división de las aguas del río Mamoré facilita que los contrabandistas crucen rápidamente la frontera y se refugien en territorio brasileño, eludiendo cualquier acción legal por parte de las autoridades bolivianas.

De acuerdo con informes oficiales, miles de litros de gasolina y diésel subvencionados por el Estado boliviano son desviados ilegalmente cada mes hacia Brasil, lo que representa una pérdida significativa para el país. Pese a los operativos de control, las organizaciones de contrabando utilizan diversas estrategias para eludir a las autoridades, lo que agrava la crisis de abastecimiento interno y genera un perjuicio económico al Estado.

El gobierno boliviano ha señalado la necesidad de reforzar la vigilancia fronteriza y coordinar acciones con las autoridades brasileñas para frenar este ilícito, que afecta tanto a la seguridad como a la economía del país.