En un seminario realizado en la Universidad Unión Bolivariana de Bolivia, representantes de Cuba, Nicaragua y Venezuela denunciaron múltiples violaciones de derechos humanos cometidas por el Gobierno de Estados Unidos. El evento, titulado La Singularidad en la Resistencia al Bloqueo Económico, fue organizado por el Círculo de Estudio René Zavaleta Mercado y contó con la participación de destacados diplomáticos de los tres países.
El panel estuvo compuesto por el embajador de Nicaragua, Elías Chévez; el embajador de Venezuela, César Trómpiz; y la encargada de negocios de Cuba, Yohanelis Gutiérrez, quienes ofrecieron sus perspectivas sobre el impacto de las políticas estadounidenses en sus respectivas naciones.
El rector de la Universidad Unión Bolivariana, Pedro Quiroz, dio la bienvenida a los participantes y reafirmó el compromiso de la institución con la construcción de una «patria grande» y el fomento del pensamiento crítico en la región, especialmente entre los países miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Durante su intervención, el embajador nicaragüense, Elías Chévez, recordó que el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos es una expresión de políticas imperiales que datan de la época colonial. Chévez subrayó la relevancia histórica de la Doctrina Monroe de 1823 y criticó las acciones unilaterales de Washington, como la negativa de visas, el congelamiento de cuentas y el robo de recursos naturales de países que no se alinean con sus políticas.
Por su parte, el embajador venezolano, César Trómpiz, denunció la agresión integral de Estados Unidos contra Venezuela, motivada por el interés en controlar la primera reserva mundial de petróleo. Según Trómpiz, esta estrategia busca contrarrestar el creciente poder de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), que promueven un orden multipolar en el escenario internacional.
Yohanelis Gutiérrez, en representación de Cuba, calificó el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos como un acto de guerra, diseñado para rendir al pueblo cubano a través del hambre y la desesperación. Gutiérrez destacó que, desde la implementación del bloqueo en 1962, los daños acumulados superan los 160 mil millones de dólares. Además, subrayó que esta política tiene un carácter extraterritorial, ya que Estados Unidos persigue y sanciona a empresas, navieras, bancos e individuos que negocian o invierten en Cuba.
A pesar de estas medidas, Gutiérrez afirmó que el pueblo cubano y su gobierno han resistido con firmeza, como lo demuestra el apoyo de la comunidad internacional en la Asamblea General de las Naciones Unidas, que desde 1992 ha aprobado por amplia mayoría resoluciones que exigen el fin del bloqueo.
El seminario concluyó con un llamado a la comunidad internacional para que continúe apoyando la lucha de estos países contra las políticas de bloqueo y agresión, reafirmando su compromiso con la soberanía y la autodeterminación de los pueblos.