El Ejecutivo anuncia que continuará con operativos para restablecer el orden, mientras rinde homenaje a tres policías fallecidos y llama a la unidad frente a la violencia.
En un contexto nacional marcado por el dolor y la tensión, el Gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia reafirmó este martes su compromiso con la estabilidad democrática, el orden constitucional y el bienestar del pueblo, anunciando que intensificará los operativos militares y policiales en las regiones donde los bloqueos de caminos han derivado en hechos de violencia, escasez de alimentos y alteraciones severas al orden público.
Desde la sede de Gobierno, el presidente del Estado dirigió un mensaje firme al país, condenando las acciones violentas registradas en Llallagua, donde tres miembros de la Policía Boliviana perdieron la vida durante enfrentamientos con grupos movilizados. “Estamos profundamente indignados. Estos hechos de sangre nos llenan de dolor e impotencia”, declaró el mandatario, al rendir homenaje al subteniente Carlos Enrique Apata Tola, al subteniente Brian Jorge Barroso Rodríguez y al sargento segundo Jesús Alberto Mamani Morales.
El Gobierno no dudó en calificar los bloqueos como una amenaza directa a la democracia, enfatizando que detrás de las medidas de presión no existe una verdadera reivindicación social, sino intereses políticos que buscan paralizar al país e imponer una agenda al margen de la voluntad popular. “No podemos permitir que se impongan quienes no creen en las elecciones ni en el diálogo”, sostuvo el jefe del Estado.
En esa línea, la administración central informó que las operaciones desplegadas en la ruta Oruro-Cochabamba continuarán extendiéndose a otros puntos del país. El objetivo, según remarcó el Presidente, es garantizar el tránsito libre de personas y productos, proteger la economía nacional y evitar una escalada de confrontación que ponga en riesgo la integridad de los bolivianos.
“No vamos a ceder. Vamos a usar todas las herramientas que nos otorga la Constitución para restablecer el orden. Esto no es una lucha entre gobierno y oposición, es una lucha entre la democracia y la violencia”, afirmó con vehemencia.
Asimismo, se instó a la ciudadanía a actuar con responsabilidad y solidaridad. Dirigiéndose a productores, comerciantes y transportistas, el mandatario pidió no aprovechar la coyuntura para especular con los precios de la canasta básica, advirtiendo que el Gobierno tomará medidas contra la especulación.
“Comprendemos el sufrimiento de las familias bolivianas. Nosotros también venimos del pueblo y sabemos lo que significa que suban los precios del pan, del aceite, del arroz. Por eso estamos actuando”, señaló, llamando a la ciudadanía a no dejarse llevar por provocaciones ni discursos de odio que sólo buscan la confrontación entre bolivianos.
El Ejecutivo también ratificó su decisión de no abandonar a las poblaciones afectadas, asegurando presencia constante de las fuerzas del orden allí donde se necesite. “A nuestros hermanos que hoy están aislados por los bloqueos, les decimos con el corazón en la mano: no están solos. Vamos a estar ahí, con todo lo que tengamos, para recuperar la paz”, manifestó.
El mensaje presidencial también fue una defensa del Estado Plurinacional como proyecto colectivo que unifica a más de treinta naciones indígenas y sectores sociales diversos, alertando que las actuales divisiones internas solo benefician a las corrientes antidemocráticas que desean ver fracturado al país. “No dejemos que la antipatria nos gane. No permitamos que se repita la historia de quienes, desde el racismo y el autoritarismo, destruyeron nuestros derechos”, advirtió.
En los próximos días, se prevé que las operaciones conjuntas entre las Fuerzas Armadas y la Policía se amplíen a otras regiones donde los bloqueos continúan afectando la vida cotidiana y el abastecimiento de productos esenciales. El Gobierno pidió a los líderes movilizados retomar la vía del diálogo y suspender cualquier acción que ponga en riesgo la vida humana.
“Nosotros no vamos a renunciar a la paz, al orden ni a la democracia. Seguiremos adelante porque es lo que el pueblo boliviano nos ha mandatado”, concluyó el presidente, dejando claro que la decisión del Ejecutivo es firme: garantizar la estabilidad nacional frente a cualquier intento de desestabilización.