Entre los municipios afectados están Roboré, Puerto Suárez, San Matías, Concepción, San José de Chiquitos, y otros, que han visto cómo el fuego ha destruido vastas áreas de vegetación y ha puesto en riesgo las comunidades locales.
El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció este viernes que su gobierno, junto a los alcaldes de los municipios afectados por los incendios forestales en el departamento de Santa Cruz, ha delineado una agenda de trabajo para mitigar el avance del fuego y atender a las familias afectadas. En una reunión con representantes de 15 municipios, el mandatario y su equipo ministerial planificaron acciones conjuntas para enfrentar la crisis y comenzar la reconstrucción de las zonas dañadas.
“Coordinamos acciones conjuntas concretas y efectivas para seguir frenando el paso del fuego. También trabajamos en una agenda postincendios que nos permita atender las necesidades de las familias afectadas”, publicó Arce en su cuenta de X (antes Twitter), enfatizando la necesidad de una respuesta inmediata y coordinada.
Entre los municipios afectados están Roboré, Puerto Suárez, San Matías, Concepción, San José de Chiquitos, y otros, que han visto cómo el fuego ha destruido vastas áreas de vegetación y ha puesto en riesgo las comunidades locales. El departamento de Santa Cruz ha sido el más afectado, concentrando la mayoría de los incendios registrados en el país.
El gobierno boliviano ha desplegado un esfuerzo integral, con el gabinete ministerial trasladado a Santa Cruz para liderar las operaciones contra el fuego. Entre las medidas adoptadas, se ha implementado el uso de 150 «Cajas Guardián», dispositivos especiales que almacenan hasta 1.000 litros de agua y son liberadas desde el aire para combatir las llamas. Estas cajas complementan el trabajo de bomberos, guardaparques y voluntarios que luchan por contener los incendios desde tierra.
Además, equipos especializados de bomberos de Chile, Brasil y Venezuela han llegado al país para colaborar en las labores de extinción. La cooperación internacional ha sido fundamental para enfrentar la magnitud del desastre.
A pesar de las diferencias políticas que han caracterizado las relaciones entre el gobierno central y algunos de los municipios de Santa Cruz, ambas partes han unido esfuerzos para priorizar la lucha contra los incendios y trabajar en la recuperación de las áreas devastadas.
Bolivia enfrenta cada año incendios forestales de gran magnitud, y en este 2024 no ha sido la excepción, con miles de hectáreas afectadas. La lucha continúa mientras el gobierno promete no detenerse hasta lograr controlar los focos de fuego y asistir a las familias que han sido golpeadas por esta emergencia ambiental.