GOBIERNO PIDE A MORALES ASITIR AL DIÁLOGO EN LA DEFENSORÍA

Sep 22, 2024

Arce criticó duramente la marcha, destacando que los principales voceros políticos de la movilización tienen objetivos claros, como la petición de elecciones anticipadas, lo que implicaría acortar el mandato constitucional del presidente y el vicepresidente.

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El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Arce Catacora ratificó su compromiso con el diálogo y la resolución pacífica de los conflictos, pese a las tensiones generadas por la marcha liderada por el ex presidente Evo Morales desde Caracollo hacia La Paz.

En un mensaje emitido este domingo, señaló que Morales, a quien acusa de desobedecer la Constitución Política del Estado que él mismo promulgó, está motivado por «Una obsesión política electoral y una ambición personal de poder».

Arce criticó duramente la marcha, destacando que los principales voceros políticos de la movilización tienen objetivos claros, como la petición de elecciones anticipadas, lo que implicaría acortar el mandato constitucional del presidente y el vicepresidente.

Además, manifestó en su mensaje que estos voceros amenazaron a los miembros del Tribunal Supremo Electoral y hablaron de una posible «guerra civil» y «derramamiento de sangre».

El Presidente, sin embargo, reiteró su rechazo a la violencia y aseguró que sus respuestas han sido con llamados al diálogo.

La autoridad nacional reiteró la disposición de aceptar la convocatoria del Defensor del Pueblo para un diálogo en sus instalaciones, sin condiciones previas.

Luis Arce insistió en que no se caerá en la confrontación que busca la marcha, advirtiendo que una «guerra civil», como han sugerido algunos operadores de Morales, solo beneficiaría a los «enemigos internos y externos» del Estado Plurinacional de Bolivia.

«Nuestra apuesta es por la paz y eso es posible conquistar hoy sobre la base del diálogo y el cumplimiento riguroso de nuestra normativa vigente», subrayó.

Finalmente, el gobierno instó a Evo Morales a rectificar su postura y aceptar la convocatoria al diálogo, dejando de lado sus condiciones que, según las autoridades, solo buscan obstaculizar la posibilidad de una solución pacífica.