¿NARCORREGIMEN O CONTROL DEL ESTADO VENEZOLANO, QUE QUIERE EE.UU DE VENEZUELA?

Ago 19, 2025

Por César Trómpiz

La política de EE.UU. contra Venezuela siempre fue, hasta la Revolución Bolivariana, la del control del Estado a través del gobierno de turno: directrices, inversiones, política internacional y, sobre todo, política petrolera, se tutelaba desde el norte.

Antes de la Revolución, todo era bueno en Venezuela para la Casa Blanca. Incluso los primeros dos años del gobierno del comandante Chávez trataron de mantener esa política de control. Al constatar que Hugo Chávez no era un títere de nadie, la política yanqui cambió.

Desde 2002, la política clara y constante de EE.UU. contra Venezuela es la de «cambio de régimen». Esto significa que todo lo que hace la Casa Blanca para relacionarse con nuestro país tiene el propósito de derrocar el sistema constitucional bolivariano, que legaliza la fusión cívico-militar que sostiene las relaciones sociales, políticas, económicas y culturales de nuestro Estado.

En esta estrategia, solo la táctica gringa cambia con los años. Desde 2002 hemos vivido golpes de Estado, revoluciones de colores, insurrección burguesa, sicariato, intentos de magnicidio contra Chávez y Maduro, infiltración del movimiento político, infiltración del Estado, guarimbas, intentos de invasión, instalación de un presidente paralelo, guerra económica, bloqueo al país, más de 1000 sanciones internacionales, desprestigio, bloqueo diplomático y otras acciones.

Todas estas medidas no son aisladas. Responden a la errática forma que adoptó el Departamento de Estado contra Venezuela, y que, con matices más o menos radicales según el estilo partidista, se manifiesta año tras año contra todo el pueblo venezolano, y ya llevan mas de 60 años fracasando contra Cuba.

Las narrativas del «narcotraficante Maduro», «el cartel de los soles» y «el tren de Aragua» son nuevos capítulos de la política de «cambio de régimen» contra Venezuela. Ahora resurge un manual táctico que desempolvó Trump para agredir al gobierno legal venezolano. Esta amenaza recuerda la invasión a Panamá para derrocar a Noriega y debe alertar a los patriotas de Venezuela y Nuestra América, sin distingo de partido político. Debemos defender nuestra zona de paz.

No es creíble la acusación contra Nicolás Maduro desde la fiscalía yanqui. La política gringa anhela el control de los recursos de Venezuela como lo ejerció hasta 1998, por lo que esta acusación contra la Venezuela Bolivariana es un instrumento cuyo único fin es revestir de moralidad las atrocidades planificadas en los laboratorios de guerra imperiales.

Llamo a los amigos de Venezuela, dentro y fuera de la patria, a acompañar al Jefe del Estado Venezolano: Nicolás Maduro. ¡Defendamos con él la inocencia de nuestro pueblo y el derecho de nuestra patria a existir libre y soberana!