Durante el 54 período ordinario de sesiones, la Asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) condenó “enérgicamente” el fallido golpe de Estado en Bolivia, expresó su solidaridad con el país y llamó a denunciar cualquier intento de desestabilización en la región.
“Condenar enérgicamente el despliegue ilegal de unidades del ejército del Estado Plurinacional de Bolivia, en la ciudad de La Paz, lo cual constituye una amenaza al régimen constitucional del Estado de Bolivia y una flagrante insubordinación a las órdenes expresadas públicamente por el presidente constitucional Luis Arce Catacora”, señala el punto uno de la resolución presentada por la delegación de Chile y aprobada por aclamación en el pleno.
Asimismo, los países componentes del organismo llamaron a denunciar cualquier intento de desestabilizar las instituciones democráticas en el país y expresaron su solidaridad con el pueblo y el gobierno boliviano, en defensa de la democracia y el estado de derecho.
Ante el pleno, el embajador de Bolivia ante la OEA, Héctor Arce Zaconeta, detalló lo ocurrido en la víspera en el país y destacó la oportuna movilización del pueblo y de las organizaciones sociales que se autoconvocaron hacia la plaza Murillo de la ciudad de La Paz, centro político, en defensa de la democracia.
“Agradecer la aprobación por unanimidad de la primera resolución de esta quincuagésima cuarta Asamblea General en defensa de la democracia y la institucionalidad en Bolivia, en estricto cumplimiento establecido en la Carta Democrática Interamericana y sobre todo de la carta fundacional de la Organización de Estados Americanos”, manifestó.
Asimismo, Arce destacó la posición de condena de todos los líderes políticos del país, de todas las fuerzas políticas, y la vocación “valiente y decidida” del presidente Arce de enfrentar directamente y personalmente al artífice del golpe de Estado fallido, Juan José Zúñiga.
El hecho de que Zúñiga no haya recibido el apoyo de otras unidades militares, que comprometieron su apoyo en la aventura golpista; y la fuerte condena internacional también fueron destacados por el embajador.
“Este hecho nos recuerda que el reto más importante para nuestros sistemas políticos es, sin duda alguna, garantizar la preeminencia de la democracia representativa y encontrar la fórmula para que las interrupciones violentas a las democracias, sea por vía de golpes violentos, o sea por vía de golpes judiciales, o de otra naturaleza, finalmente sean desterrados de nuestros países”, afirmó.
Arce aseguró que la labor “más sagrada” que tiene el multilateralismo hacia futuro en el continente americano es que “nunca más” ocurran ese tipo de insurrecciones.
Vía ABI