Evitar un enfrentamiento armado entre policías y militares fue la prioridad en las horas críticas del fallido golpe de estado del pasado miércoles 26 de junio.
El presidente del Estado, Luis Arce Catacora, reveló este miércoles que la Policía Boliviana no actuó durante el golpe de Estado, del 26 de junio pasado, para evitar enfrentamientos y muertes, como las ocurridas en febrero de 2003.
“El Ministro de Gobierno (Eduardo Del Castillo) quería movilizar a la policía para sacar a las Fuerzas Armadas de la plaza Murillo, yo le dije ‘no, no hagas eso, no queremos lo que ha sucedió en febrero de 2003. Yo no quiero retornar a 2003, no saques a la policía’”, señaló en una entrevista con TeleSur.
Develó que llamó al Del Castillo para alertarle del movimiento irregular en la plaza Murillo, centro político de Bolivia.
El miércoles 26 de junio, efectivos del Ejército, bajo el mando de Zúñiga, irrumpieron en la plaza Murillo de la ciudad de La Paz, para tomar el poder por la fuerza.
En una conferencia de prensa, el Ministro de Gobierno informó esta jornada que un contingente de policías estaba listo para disparar “si las cosas se salían de control”, cuando el Primer Mandatario se enfrentó con Juan José Zúñiga, el principal acusado por el alzamiento armado, en el ingreso a Palacio Quemado, anexo a la Casa Grande del Pueblo.
El 12 y 13 de febrero del año 2003, un motín policial contra el “impuestazo” al salario, propiciado por el segundo gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada (2002 – 2003), desencadenó en una lucha popular en todo el país, que dio como resultado 36 fallecidos y más de 200 heridos entre policías, militares, vecinos y estudiantes.
Ese día, Sánchez de Lozada, anunció por cadena nacional la creación de un nuevo impuesto a los salarios, lo que desencadenó en un enfrentamiento entre policías y militares en pleno centro político de Bolivia.