El Partido Demócrata Cristiano logra mayoría en el balotaje y promete gobernar con unidad, mientras el Tribunal Supremo Electoral confirma una tendencia irreversible en el conteo nacional de votos.
El país amaneció este lunes con un panorama político definido. Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), fue declarado virtual ganador de la segunda vuelta electoral realizada el domingo 19 de octubre, según el conteo preliminar del Sistema de Resultados Preliminares (Sirepre) del Tribunal Supremo Electoral (TSE), que registra el 97,58% de las actas verificadas. Con el 54,54% de respaldo, Paz se impuso sobre Jorge “Tuto” Quiroga, de la Alianza Libre, que alcanzó el 45,46%.
El presidente del TSE, Óscar Hassenteufel, informó los resultados en un mensaje televisado, destacando la participación ciudadana y la tranquilidad con la que se desarrolló la jornada. “El país ha demostrado una vez más su compromiso con la democracia. El sistema Sirepre funcionó con eficiencia y transparencia, y los datos muestran una tendencia que no se modificará con el cómputo final”, declaró.
Desde Santa Cruz, el vicepresidente electo, Edman Lara, ofreció sus primeras palabras acompañado de sus seguidores. En un tono enérgico, aseguró que comienza “una nueva etapa” para Bolivia, marcada por la lucha contra la corrupción y la búsqueda de justicia social. “Este triunfo no es de un partido, sino del pueblo que se cansó de los abusos. Habrá transformaciones estructurales para devolverle esperanza al país”, expresó.
Durante su intervención, Lara llamó a la unidad y la reconciliación entre los bolivianos. Recordó que la campaña electoral estuvo marcada por ataques y desinformación, pero pidió dejar atrás las diferencias. “Nos golpearon, insultaron y hasta trajeron extranjeros para dañarnos, pero hoy solo importa una bandera: la tricolor nacional. Es momento de construir juntos”, afirmó.
El anuncio del triunfo del PDC generó celebraciones en varias ciudades. En La Paz, miles de simpatizantes se concentraron cerca del hotel Presidente, donde se aguardaba la conferencia del presidente electo. Las avenidas Camacho y Mariscal Santa Cruz se llenaron de banderas blancas y celestes, con música, cánticos y fuegos artificiales. La euforia se extendió también al Obelisco, donde grupos de jóvenes se reunieron para festejar con mensajes de apoyo al nuevo gobierno.
Horas más tarde, Rodrigo Paz Pereira apareció ante los medios para agradecer la confianza de los votantes y delinear las primeras ideas de su gestión. En su discurso, hizo un llamado a los profesionales del país para sumarse al proyecto nacional que encabezará a partir del 8 de noviembre. “Gobernaremos con todos los hombres y mujeres que amen a Bolivia. Aquí no hay exclusiones. Este gobierno será de todos”, sostuvo ante una multitud que lo ovacionaba.
Paz confirmó además que recibió comunicaciones de felicitación de diversos mandatarios y autoridades internacionales, incluyendo al secretario de Estado adjunto de los Estados Unidos. Sin mencionar detalles, señaló que su administración buscará “reconstruir puentes diplomáticos y abrir un diálogo serio con la comunidad internacional”.
En el ámbito interno, el nuevo gobierno se prepara para asumir con una mayoría parlamentaria que le permitirá impulsar sus primeras medidas. En la Cámara de Diputados, el PDC obtuvo 49 escaños —sumando uninominales, plurinominales y especiales—, mientras que Unidad, encabezada por Samuel Doria Medina, comprometió su respaldo con 26 diputados. La alianza entre ambas fuerzas alcanza 75 curules, cifra que garantiza la mayoría simple y acerca al bloque oficialista a los dos tercios necesarios para decisiones clave.
En el Senado, el escenario es similar. El PDC contará con 16 senadores, Libre con 12, Unidad con siete y Súmate con uno. Con los apoyos comprometidos, el nuevo oficialismo reúne 23 de los 36 escaños, quedando a un solo voto de alcanzar la mayoría calificada.
Desde Santa Cruz, Edman Lara adelantó que uno de los primeros desafíos será estabilizar el suministro de combustibles, afectado en los últimos meses. “Restituiremos el abastecimiento de gasolina y diésel, y devolveremos la certidumbre económica al país”, anunció ante los medios, asegurando que ya se coordinan acciones con técnicos y representantes del sector energético.
La noche del domingo, en diferentes departamentos, se repitió la misma escena: caravanas, bocinazos y concentraciones espontáneas para celebrar la victoria. En Cochabamba, grupos de jóvenes marcharon por el Prado con carteles que decían “Ganó la democracia” y “Tiempo de unidad”. En Oruro y Potosí, las plazas principales se llenaron de ciudadanos ondeando banderas nacionales.
Según los resultados del Sirepre, el PDC se impuso en seis departamentos —La Paz, Cochabamba, Oruro, Potosí, Chuquisaca y Pando—, mientras que Libre mantuvo su liderazgo en Beni, Santa Cruz y Tarija. La distribución refleja el fortalecimiento del PDC en el occidente y el avance en regiones donde antes la oposición tenía predominio.
A lo largo del país, el ambiente electoral fue calificado como ejemplar. El TSE destacó que la jornada se desarrolló sin mayores incidentes, con mesas abiertas desde temprano y una participación superior al 80%. En muchos recintos, ciudadanos esperaron pacientemente hasta el cierre para emitir su voto, en una muestra de compromiso con el proceso democrático.
La celebración se extendió hasta altas horas de la noche en La Paz, donde el nuevo presidente electo saludó desde un balcón a sus seguidores. “Esta victoria es del pueblo”, alcanzó a decir antes de retirarse al interior del hotel, mientras la multitud respondía con un solo grito: “¡Paz presidente!”.