TSE CONFIRMA SEGUNDA VUELTA PRESIDENCIAL EN BOLIVIA

Ago 21, 2025

La contienda entre Paz y Quiroga en la segunda vuelta se definirá con el impacto del voto nulo y el ausentismo, reflejando la crítica ciudadana hacia las opciones políticas disponibles.

 

Tras la revisión final de las 35.253 actas procesadas, el Tribunal Supremo Electoral anunció los resultados definitivos de las elecciones presidenciales de Bolivia 2025, confirmando que la segunda vuelta presidencial será necesaria, al no alcanzar ninguno de los candidatos la mayoría absoluta de votos válidos.

Este escenario abre un período de intensas campañas y estrategias para atraer a los votantes que optaron por no respaldar ninguna candidatura en la primera ronda.

En la primera vuelta, Rodrigo Paz Pereyra, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), se ubicó en primer lugar con 1.717.532 votos válidos, equivalentes al 32,06% del total nacional.

Paz consolidó su apoyo principalmente en departamentos urbanos y regiones con alta densidad poblacional, logrando un margen suficiente para disputar la presidencia en la segunda vuelta.

Jorge Tuto Quiroga, de Alianza Libre, alcanzó 1.430.176 votos válidos, es decir, 26,70% del total, asegurando su lugar en el enfrentamiento decisivo.

La competencia directa entre Paz y Quiroga promete una contienda marcada por la movilización de votantes que inicialmente se mantuvieron al margen o eligieron el voto nulo, un factor que adquiere relevancia en este escenario electoral.

Resultados de los otros candidatos

El tercer lugar correspondió a Samuel Doria Medina, de Alianza Unidad, con un 19,69%, mientras que Andrónico Rodríguez, de Alianza Popular, logró 8,51%. Manfred Reyes Villa, de APB-Súmate, obtuvo 6,75%.

Eduardo del Castillo, del MAS-IPSP, con 3,17%, logró mantener su sigla, mientras que Johnny Fernández, de Fuerza Popular, y Pavel Aracena, de ADN, con 1,67% y 1,45% respectivamente, perdieron su representación política en la contienda nacional.

LA INFLUENCIA DEL VOTO NULO

Una de las particularidades de estas elecciones fue el notable voto nulo, promovido por el ex presidente Evo Morales, que alcanzó 1.371.049 sufragios, representando 19,87% de los votos emitidos.

Este segmento no se contabiliza como válido, pero reflejó un rechazo explícito de los votantes a las opciones disponibles.

Si se incluyeran estos votos en los porcentajes finales, los resultados cambiarían significativamente: Paz bajaría a 24,89%, Quiroga a 20,72%, y Doria Medina apenas llegaría a 15,28%. El MAS-IPSP descendería a 2,46%, demostrando cómo la primera vuelta evidenció un electorado crítico y la fuerza de los votos nulos como expresión política.

Además, los votos en blanco, que sumaron un 2,5%, también contribuyen a dimensionar la desafección hacia las opciones disponibles y subrayan la importancia de atraer a estos votantes en la segunda vuelta.

CRECE EL AUSENTISMO

El ausentismo electoral fue otro factor relevante. Con 1.035.997 ciudadanos habilitados que no acudieron a las urnas, el porcentaje alcanzó el 13%, superior a los últimos comicios entre 2014 y 2020, cuando osciló entre 11% y 12%.

Históricamente, Bolivia registró un 33% de abstención en 2002, disminuyendo a 15% en 2005 y a un mínimo del 5% en 2009. Este aumento en 2025 refleja la dificultad de movilizar a la totalidad del electorado y la relevancia de este segmento para la segunda vuelta.