COPA AMÉRICA 2024: DECEPCIÓN BRASILEÑA

Jun 25, 2024

Es un momento desconcertante en la historia del fútbol brasileño. Perdió la identidad. El empate en cero con Costa Rica reavivó los fantasmas que acosa desde hace unos años al otro gigante de Sudamérica

Estremecidos todavía por el 0 a 0 de Brasil y Costa Rica. No es sorpresa
porque Brasil está afrontando una durísima crisis. Debe ser uno de los peores momentos en la historia del fútbol brasileño y aquí en Estados Unidos esperábamos no que empate con Costa Rica, pero sí un virtual fracaso. No sería llamativo que Brasil fracase en esta Copa América, no porque no tenga jugadores de jerarquía, sino porque atraviesa un momento muy peculiar. Siempre fue el principal candidato de todos los torneos que ha jugado. Cuando se esperaba una Copa América, cuando se avecinaba, se acercaba una Copa América, una Copa del Mundo, un torneo relevante. Todos creíamos que era la máxima potencia y el máximo favorito. Ahora los invito a que hagamos la siguiente gimnasia. El siguiente ejercicio para usted es, ¿quién era el favorito antes que empiece el torneo? Argentina. Y si no es Argentina, ¿quién? Uruguay. Y si no es Uruguay, ¿quién? ¿Colombia?

¿Alguno realmente piensa que Brasil puede ser el favorito por lo que es Brasil hoy como equipo? O en todo caso, algunos siguen poniéndolo allí arriba, en el pedestal por la historia, porque es el máximo campeón, porque es el mejor de todos. Creo que esto último es lo que cuenta, porque la verdad que el momento de Brasil es extremadamente preocupante, porque independientemente de la jerarquía individual en algunos de sus futbolistas, Vinicius Junior, el mejor de todos en este momento, me parece que hasta esto último está en tela de juicio.

Si hay algo que nunca discutíamos era qué país es la usina generadora de mejores futbolistas del planeta. Creo que todos coincidíamos que siempre fue Brasil. Hoy ya ni siquiera me permito creer que eso es verdad. Creo que Argentina tiene mejores jugadores que Brasil. Revisando, puesto por puesto y jugador por jugador. La selección argentina de fútbol, por ejemplo, tiene mejores jugadores en todas las líneas que Brasil. Me atrevo a decir que Uruguay y Colombia pueden pelearle perfectamente también ese lugar a la Canarinha, como se la conoce. En algún momento siento que fue una pérdida de tiempo profunda la dualidad del técnico de Fluminense dirigiendo la selección. También en aquel momento se decía que la doble función de Denis estaba estrictamente vinculada a la espera de Guardiola. Sin embargo, después lo de Guardiola no sucedió y Brasil perdió el tiempo durante muchísimo rato esperando por un técnico que nunca llegó. Si esa era la ecuación, fue pésima porque la llegada del rival junior parece tardía, extemporánea, fuera de lugar y fuera de tiempo. Era dos rival junior la persona para conducir este momento tan difícil de Brasil. Hubiera alguien con más espalda, con más conocimiento y con más trayectoria.

Hay buenos futbolistas. Uno no puede discutir a Alisson Becker en el arco, por ejemplo. Henderson recuerden que está lesionado. Después del choque con Romero, el arquero tuvo que ser operado y se perdió la Copa América. Marquinhos es el histórico capitán del Paris Saint Germain. MIlitao, titular indiscutido del Real Madrid, no terminó jugando por la lesión que arrastró, pero incluso fue el sustituto en la final de la Champions League. Rodrygo, gran figura. Vinicius Junior para mí el mejor futbolista del momento y tal vez uno de los máximos, si no el máximo favorito, a quedarse con el Balón de Oro en la mitad de la cancha. Me permito discutir si son tan buenos. Es más, me atrevo a decir que no.

Paquetá, hombre del fútbol inglés del West Ham United. Bruno Guimaraes también juega en la Premier League. Uno piensa que tres mediocampistas, con la dinámica y el juego que tiene el fútbol inglés debería llevarse todo por delante. Sin embargo, tampoco y a veces hasta parecen carentes de técnica. ¿Son buenos? Claro que son buenos. Tal vez la coyuntura, el momento, la situación, los haga jugar mal. Raphinha desconocido, intermitente.

Una cosa que no entenderé nunca es cómo con Brasil empatando 0 a 0, el técnico no confía en su mejor jugador. Hay cosas que en algunos equipos son casi imposibles. Por ejemplo, que salga Messi en Argentina no sucede nunca, a no ser que Messi le pida Scaloni. Salir en Brasil con un partido 0 a 0. Sí, con Costa Rica cerrado en el fondo, a tu mejor jugador no lo puedes sacar. O sea, no solo falla las individualidades, no solo falla colectivamente, sino que el técnico además ha demostrado, por lo menos para mí, tomar pésimas decisiones. No sé cuánto puede costarle ahora con Vinicius el hecho de haberlo sacado cuando el partido pedía cualquier cosa menos sacar a la estrella la máxima figura, aquel que puede destrabar por sí solo un partido con un cerrojo perfectamente planteado por Gustavo Alfaro.

Es un momento absolutamente desconcertante en la historia del fútbol brasileño. Perdió la identidad. No tiene nada que ver con ese Brasil arrollador que sacaba jugadores de todos lados, que cada partido que miraba los fines de semana tenía a varios brasileños descollando. Todo eso se perdió. Los invito a reflexionar juntos y a revisar lo que escribió hace unos días, lo que dijo públicamente Ronaldinho, uno de los mejores futbolistas de la historia, no de Brasil, de la historia del fútbol. Esta selección no me representa. Esta selección no tiene ADN brasileño. Más o menos dijo “Despiértenme cuando esto ya no esté más”. Fue muy drástico. Fue categórico. Pero creo que él mejor que nadie puso blanco sobre negro. Ver la cara de Neymar era todo un síntoma sobre lo que estaba pasando con Brasil en el partido de hoy.

Párrafo aparte para el gran trabajo de Costa Rica. Porque siempre hay uno en frente, pero la historia de Brasil pasa por Brasil. Su principal rival hoy es la usina generadora histórica de futbolistas que para mí se detuvo por completo. Siguen habiendo buenos, claro que sí. Excelentes, como Vinicius Junior. Pero cuando el técnico se da vuelta y miraba el banco de los suplentes, tampoco era que le sobraban.

Vía Infobae