La elección de Trump ha sido descrita como «una situación legal sin precedentes» en Estados Unidos, debido a que el expresidente enfrenta múltiples casos legales, incluidos 34 cargos de delitos graves a nivel estatal y una acusación federal por subversión electoral
Con datos de Agencias internacionales
En una elección que ha captado la atención mundial, el expresidente republicano Donald Trump volverá a ocupar la Casa Blanca tras vencer a su rival demócrata, la vicepresidenta Kamala Harris, en los comicios presidenciales del 5 de noviembre de 2024. Esta victoria convierte a Trump en el segundo expresidente en la historia de Estados Unidos en regresar al poder tras perder la reelección, una hazaña lograda anteriormente solo por Grover Cleveland, quien fue el 22º y 24º presidente del país.
La campaña de Trump estuvo marcada por un clima de gran tensión política y legal. Entre los incidentes más alarmantes, destaca un intento de asesinato en el que el candidato fue herido levemente al ser rozado por una bala en la oreja. Pese a estos desafíos, el empresario y político de 78 años, quien posee una vasta fortuna y figura en la lista de los 500 más ricos de Forbes, logró una victoria crucial que lo llevará de nuevo a la Casa Blanca, tras haber salido en 2021.
Escenario de inéditos problemas legales
La elección de Trump ha sido descrita como «una situación legal sin precedentes» en Estados Unidos, debido a que el expresidente enfrenta múltiples casos legales, incluidos 34 cargos de delitos graves a nivel estatal y una acusación federal por subversión electoral. Estos procesos judiciales no han impedido que Trump mantenga una base de apoyo fiel, alimentada por su rechazo de los cargos y su insistencia en que se trata de una «caza de brujas» impulsada por sus oponentes políticos.
Promesas de campaña y prioridades para un segundo mandato
Trump promete retomar y fortalecer políticas que implementó durante su primer mandato. Su agenda económica incluye propuestas para recortar impuestos, desregular industrias clave y promover el crecimiento de la industria nacional mediante políticas proteccionistas. Uno de sus objetivos es atraer cadenas de suministro a territorio estadounidense, con medidas que incluyen mayores aranceles a las importaciones, especialmente provenientes de China.
En el ámbito energético, Trump ha prometido levantar las restricciones sobre la producción de combustibles fósiles y energía nuclear, buscando garantizar la independencia energética del país y combatir la inflación. En cuanto a inmigración, propone revocar las políticas de puertas abiertas de la administración demócrata, completar el muro fronterizo con México y endurecer las políticas de deportación y control fronterizo.
Política exterior: promesas de paz y soberanía
La política exterior de Trump se centra en la defensa de los intereses de Estados Unidos en primer lugar, prometiendo un enfoque pragmático en alianzas estratégicas. En relación con la guerra entre Rusia y Ucrania, Trump ha asegurado que, de ganar, conseguiría un acuerdo de paz en un día, debido a su buena relación con ambos líderes. Asimismo, ha reiterado su apoyo a Israel en el conflicto en Gaza, sosteniendo que la violencia habría sido evitable bajo su liderazgo.
Un retorno controvertido en un clima de polarización
Trump se convierte así en el presidente electo de mayor edad en la historia de Estados Unidos, con el reto de gobernar en un contexto de profunda polarización. Con su regreso, persisten las expectativas y tensiones en torno a su influencia en el sistema político, en una de las transiciones de poder más particulares en la historia del país.