Según el ministro de Salud libanés, Firas Abiad, al menos 50 niños y 94 mujeres perdieron sus vidas como consecuencia de los bombardeos israelíes contra el sur y este del país.
Abiad señaló además que los ataques aéreos tuvieron como objetivo 14 ambulancias, asesinaron a cuatro paramédicos e hirieron a otros 16.
Además, el funcionario condenó a las fuerzas israelíes por atacar a civiles, equipos médicos y el hospital Bint Jbeil. «Las afirmaciones del enemigo israelí de que sólo ataca a miembros de Hezbolá son falsas; las cifras que mencionamos muestran que el enemigo ataca a civiles inocentes y al personal médico», dijo.
Más temprano, el primer ministro del Líbano, Najib Mikati, denunció el lunes un «plan de destrucción» contra su país, y llamó a la ONU y a los «países influyentes» a «disuadir» al gobierno israelí de esta «agresión».
Los bombardeos por parte de Israel de este martes alcanzaron un gran número de zonas, que incluyeron 80 ataques en la región de Nabatieh, y al menos siete en el valle de Bekaa.
Además, el régimen de Tel Aviv también bombardeó áreas cercanas al distrito de Tiro, las localidades de Zibqine, Taybeh, Deir Siryan y los alrededores de Wadi Al-Hujeir, así como algunas casas en el valle de Al-Khiam y el valle de Bekaa.
En tanto, el número de muertos como resultado de la agresión israelí el viernes contra un edificio residencial en el suburbio sur de Beirut aumentó a 50.
Según la cartera de Salud, los operativos de remoción de escombros del lugar continuaron por tercer día consecutivo y el departamento forense inició el trabajo de identificación de los cadáveres encontrados.